viernes, 16 de mayo de 2014

LA VIDA ES DULCE.


BEBIDAS ENERGÉTICAS.
¿Qué son las bebidas energéticas? 
Las bebidas energéticas son aquellas a las que se les ha 
agregado cafeína. También pueden contener otros 
ingredientes agregados, como azúcar, edulcorantes 
artificiales, aminoácidos, vitaminas y hierbas. Vienen en 
una variedad de marcas, sabores y tamaños. Los anuncios de 
las bebidas energéticas afirman que aumentan la energía y 
que hacen que se sienta más alerta. La cafeína agregada 
brinda un efecto estimulante, pero estas bebidas no ofrecen 
ningún beneficio para la salud. Las bebidas energéticas se 
venden en muchas tiendas al lado de los refrescos, jugos y 
bebidas deportivas. 



Información sobre las bebidas energéticas.
La verdad es que las bebidas energéticas no tienen una poción mágica.  Básicamente son una mezcla de cafeína y azúcar. El azúcar (mucha azúcar), sirve para elevar tu energía momentáneamente. Y la cafeína te estimula, provoca que estés más alerta y que tus reflejos respondan más rápidamente cuando haces deporte. Algunas veces reemplazan la cafeína por otras hierbas que también son estimulantes, como el guaraná, la yerba mate o el ginseng, entre otros.
Algunas bebidas contienen, además, aminoácidos y cromo que “dicen” que también elevan tu energía. Y otros, como el Gatorade o el Powerade, restituyen los electrolitos y minerales (como la sal) que pierdes en el sudor, ayudándote a que te rehidrates y recuperes tu energía más rápido.
Entonces… ¿son saludables o no las bebidas energéticas? La respuesta es depende a cuáles te refieres. Las que contienen electrolitos y minerales exclusivamente pueden ayudarte con la hidratación si practicas deportes de mucha intensidad o en climas muy calientes o por periodos muy avanzados. Por otro lado, las que están cargadas de cafeína, azúcar y hierbas estimulantes, no lo son, aunque te podría gustar cómo te hacen sentir porque te dan esa energía extra. Sentirías algo similar si te tomaras siete cafés con 10 cucharaditas de azúcar, pero eso no significa que sea saludable. Así que si las tomas por la intensidad que sientes al jugar tu deporte favorito o para alargar tus noches de fiesta con los amigos, considera sus efectos negativos.
El exceso de cafeína o productos estimulantes puede alterar tus nervios, aumentar tu ansiedad y provocarte mareo y/o náuseas. Pueden ser adictivos y llevarte a sentir que no puedes hacer deporte o ir de fiesta sin tomarlos. Además, aceleran tu ritmo cardíaco poniendo en riesgo tu corazón. Y cuando los mezclas con alcohol es una doble bomba para el corazón.
Por otro lado, las calorías provenientes del azúcar te harán subir de peso y no te proporcionan nutrición. Si estás haciendo ejercicio para adelgazar, estas bebidas no te ayudan. Y si nunca haces ejercicio, considera un hecho que vas a engordar a menos que tomes las Sugar-Free, que usan endulzantes artificiales.
No hay ningún secreto en las bebidas energizantes. No sólo no son mágicas, sino que además no te solucionan tu problema principal… si necesitas energía extra, debe ser porque algo te la está quitando. Probablemente la mala alimentación, el dormir mal o no dormir suficiente, el estrés, la preocupación o una enfermedad. ¿Habías pensado en eso? Ahí sí puede estar el secreto de tu energía.

Una experiencia de tomar bebidas energéticas. 
Un día Tamara decidió tomarse un Red Bull, según ella estaba demasiado bueno y se lo bebió entero sabiendo las consecuencias que tiene beber este tipo de bebidas energéticas. A los 15 minutos empezó a sentir los efectos: se notaba muy activa y tenía ganas de ayudar a su madre a hacer todas las tareas de casa. A Tamara se le ocurrió ponerse a fregar platos y de lo activa que estaba se le resbalaban y no podía cogerlos de la velocidad que llevaban sus manos. Tuvo suerte de que no le dio ningún tipo de taquicardia.
BOLLERÍAS.
Obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y caries son algunas de las principales enfermedades a las que predispone el consumo excesivo de azúcar. Imagino que esto no pillará a nadie (o a prácticamente nadie) por sorpresa, pero lo que sí que se nos puede escapar es que muchos de nosotros solemos asociar  ese “consumo excesivo de azúcar” con pasarnos el día comiendo dulces, golosinas y bebiendo refrescos azucarados. Pero nada más lejos de la realidad porque lo realmente preocupante del asunto, es la gran cantidad de azúcar que consumimos casi sin ser conscientes de ello. Puede, entonces, que contentamos con añadir edulcorante al café (sacarina, ciclamato, estevia…) pensando que así ya no ingerimos nada de azúcar en todo el día sea un pensamiento tan inocente como el de taparnos los ojos pensando que de esta forma nadie nos puede ver.
Y es que, hoy en día, para evitar un excesivo consumo de azúcar es necesario, al menos, tener ciertos conocimientos bromatológicos y alimentarios, para poder sortear determinados alimentos y escoger otros en su lugar que no nos aporten cantidades ingentes de azúcar.



Así es como se quedaría la leche después de añadirle grandes cantidades de azúcar.

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